El prisionero del cielo (2011)
“Escribo estas palabras en la
esperanza y el convencimiento de que algún día descubrirás este
lugar… un lugar que cambió mi vida como estoy seguro de que cambiará
la tuya.”
Barcelona, 1957. Daniel Sempere y su
amigo Fermín, los héroes de La Sombra del Viento,
regresan de nuevo a la aventura para afrontar el mayor desafío de sus
vidas. Justo cuando todo empezaba a sonreírles, un inquietante personaje
visita la librería de Sempere y amenaza con desvelar un terrible secreto
que lleva enterrado dos décadas en la oscura memoria de la ciudad. Al
conocer la verdad, Daniel comprenderá que su destino le
arrastra inexorablemente a enfrentarse con la mayor de las sombras:
la que está creciendo en su interior “(contratapa del libro)
Un personaje misterioso y oscuro se presenta en la librería de Daniel Sempere preguntando por Fermín, su ayudante. Esto desencadena la historia terrible de Fermín Romero de Torres que estuvo preso junto a David Martín, apodado “El prisionero del cielo” en la cárcel para presos políticos en el castillo de Montjuic. Martín es protegido por el director de la cárcel, Mauricio Valls, porque éste le pide reescribir su obra, dadas sus escasas dotes literarias. Martín acepta bajo la amenaza de destruir a su amiga Isabella Gisbert, su marido e hijo, Daniel Sempere. La huida de la cárcel de Fermín y lo que deviene queda para que los lectores descubran en el propio recorrido del texto.
Daniel y Fermín, sus vidas, sus anhelos e incertidumbres transcurren a lo largo de la novela; sus inclinaciones políticas y particularmente las posturas, reflexiones y salidas irónicas de Fermín acerca de su pasado y del presente de ambos:
-Yo no soy de ningún bando -repuso Fermín-. Es más, las banderas me parecen trapos de colores que huelen a rancio y me basta ver a cualquiera que se envuelve en ellas y se le llena la boca de himnos, escudos y discursos para que me entren cagarrinas. Siempre he pensado que el que siente mucho apego a un rebaño, es porque tiene algo de borrego.”
O frases fuertes como estas:
“El futuro no se desea, se merece. Y usted no tiene futuro, Salgado. Ni usted, ni un país que va pariendo alimañas como usted y como el señor director, y que luego mira para otro lado. El futuro lo hemos arrasado entre todos y lo único que nos espera es mierda como la que correa usted y que ya estoy harto de limpiarle”
“Loco es el que se tiene por cuerdo y cree que los necios no son de su condición”
El estilo de Ruiz Zafón es llano; no hay palabras rebuscadas, es muy ágil, permite una lectura entretenida y rápida. Hábil en el manejo de diálogos y sobre todo del suspenso, de la tensión narrativa que mantiene en toda la novela. Quizás en esto radica su asombroso éxito editorial y gran popularidad en España y el extranjero.