domingo, 19 de julio de 2020

El prisionero del cielo - Carlos Ruiz Zafón


    El prisionero del cielo - Carlos Ruiz Zafón | Planeta de Libros

El prisionero del cielo (2011)

“Escribo estas palabras en la esperanza y el convencimiento de que algún día descubrirás este lugar… un lugar que cambió mi vida como estoy seguro de que cambiará la tuya.”

Barcelona, 1957. Daniel Sempere y su amigo Fermín, los héroes de La Sombra del Viento, regresan de nuevo a la aventura para afrontar el mayor desafío de sus vidas. Justo cuando todo empezaba a sonreírles, un inquietante personaje visita la librería de Sempere y amenaza con desvelar un terrible secreto que lleva enterrado dos décadas en la oscura memoria de la ciudad. Al conocer la verdad, Daniel comprenderá que su destino le arrastra inexorablemente a enfrentarse con la mayor de las sombras: la que está creciendo en su interior “(contratapa del libro)


Es el tercer libro de la saga del Cementerio de los libros olvidados. Su autor lo dice al comienzo, advirtiendo que hay entre ellas hilos argumentales y temáticos que las unen “aunque cada una de ellas ofrece una historia cerrada, independiente y contenida en sí misma… que pueden leerse en cualquier orden o por separado”. Ambientada en Barcelona entre los años 1939 a 1958, posteriores a la guerra civil y durante el régimen franquista.


Un personaje misterioso y oscuro se presenta en la librería de Daniel Sempere preguntando por Fermín, su ayudante. Esto desencadena la historia terrible de Fermín Romero de Torres que estuvo preso junto a David Martín, apodado “El prisionero del cielo” en la cárcel para presos políticos en el castillo de Montjuic. Martín es protegido por el director de la cárcel, Mauricio Valls, porque éste le pide reescribir su obra, dadas sus escasas dotes literarias. Martín acepta bajo la amenaza de destruir a su amiga Isabella Gisbert, su marido e hijo, Daniel Sempere. La huida de la cárcel de Fermín y lo que deviene queda para que los lectores descubran en el propio recorrido del texto.

Daniel y Fermín, sus vidas, sus anhelos e incertidumbres transcurren a lo largo de la novela; sus inclinaciones políticas y particularmente las posturas, reflexiones y salidas irónicas de Fermín acerca de su pasado y del presente de ambos:


-Yo no soy de ningún bando -repuso Fermín-. Es más, las banderas me parecen trapos de colores que huelen a rancio y me basta ver a cualquiera que se envuelve en ellas y se le llena la boca de himnos, escudos y discursos para que me entren cagarrinas. Siempre he pensado que el que siente mucho apego a un rebaño, es porque tiene algo de borrego.”


O frases fuertes como estas:

“El futuro no se desea, se merece. Y usted no tiene futuro, Salgado. Ni usted, ni un país que va pariendo alimañas como usted y como el señor director, y que luego mira para otro lado. El futuro lo hemos arrasado entre todos y lo único que nos espera es mierda como la que correa usted y que ya estoy harto de limpiarle”


“Loco es el que se tiene por cuerdo y cree que los necios no son de su condición”

El estilo de Ruiz Zafón es llano; no hay palabras rebuscadas, es muy ágil, permite una lectura entretenida y rápida. Hábil en el manejo de diálogos y sobre todo del suspenso, de la tensión narrativa que mantiene en toda la novela. Quizás en esto radica su asombroso éxito editorial y gran popularidad en España y el extranjero.

viernes, 10 de julio de 2020

Penélope y las doce criadas - Margaret Atwood


PENELOPE Y LAS DOCE CRIADAS


Penélope y las doce criadas     


Margaret Atwood toma el relato épico de la “Odisea” de Homero y crea una versión en donde la historia está vista desde la óptica de Penélope y no de Odiseo. La autora especifica al final del libro que ha tomado como fuentes a  Robert Graves (“Los mitos griegos”), himnos homéricos y “Trickster makes this world” (El pícaro hace el mundo) de Lewis Hyde para comprender mejor al personaje de Odiseo y que “el coro de las criadas es un homenaje a los coros del teatro clásico. La costumbre de dar una versión burlesca de la acción principal surgió en las obras satíricas antes que en la tragedia”.

La intertextualidad se observa en la recreación del mito homérico. Todos conocemos la historia de Penélope, su casamiento decidido por su padre con Odiseo; la guerra de Troya desatada tras el incidente de Paris y Helena, por el cual Odiseo debe partir y Penélope queda sola al mando del castillo en Ítaca y al cuidado de su hijo Telémaco. Transcurren los años y a Penélope le llegan rumores de la existencia de Odiseo que se divulgan de boca en boca. Mientras tanto asoman los pretendientes que quieren seducir a la reina y ella, con sus doce criadas, planea que ellas se infiltrarían entre los pretendientes mientras Penélope tejía y destejía el sudario de su suegro Laertes por las noches. Pero la estrategia es descubierta, surge la amenaza de que matarían a su hijo. Finalmente, aparece Odiseo vestido como un mendigo, los desafía en demostrar la habilidad para tensar su arco, vence y desata su venganza asesinando al centenar de pretendientes y ahorcando a las doce criadas que osaron haber tenido relaciones con sus enemigos sin su consentimiento. Pero las mentiras y desconfianza entre ellos ya está instalada.

Hasta acá el mito clásico como lo conocemos. Pero la genialidad de Atwood está en plantear la novela como memorias póstumas de Penélope; ella está en el Hades, en el siglo XXI, la voz es la de la heroína y su visión no solo de Odiseo, el destino de sus fieles criadas sino también del mundo actual. El final es otro. La ironía y hasta cinismo propios de la mirada femenina de Atwood le da una vuelta de tuerca al mito homérico. Plantea una visión distinta de la historia mítica que atrae por diversa, crítica y verosímil. Y el haber resaltado el papel de las doce criadas que, a modo de coro, hacen oír su voz en una sociedad patriarcal que las menosprecia y margina. Los reproches a Odiseo: “Somos las criadas/ que mataste/ las criadas traicionadas/ colgadas en el aire/ quedamos agitando/ los desnudos pies”, cantan las doce criadas en uno de los capítulos de la novela.

Me he decantado por dejar que fueran Penélope y las doce criadas ahorcadas quienes contaran la historia. Las criadas forman un coro que canta y recita y que se centra en dos preguntas que cualquier lector se plantearía tras una lectura mínimamente atenta de la Odisea: ¿cuál fue la causa del ahorcamiento de las criadas? Y, ¿qué se traía entre manos Penélope? La historia como se cuenta en la Odisea no se sostiene: hay demasiadas incongruencias. Siempre me han intrigado esas criadas ahorcadas”, reconoce la narradora canadiense.

 Publicada originalmente con el título The Penelopiad (2005), Atwood advierte en el prólogo que la Odisea de Homero no es la única versión de la historia. “Originariamente, el material mítico era oral y también local (los mitos se contaban de forma completamente distinta en diferentes lugares). Así pues, he recogido material de otras fuentes, sobre todo relacionado con los orígenes de Penélope, los primeros años de su vida y su matrimonio, y los escandalosos rumores que circulaban sobre ella."

Margaret Atwood invierte la perspectiva y crea una novela atractiva, interesante que muestra su talento narrativo y originalidad.